Ausencia #15
Tu cuello gozaba la tarde
fresco, recién bañado,
lo tocaba la luz desde ángulos distintos
que formaban sombras alegres.
Se peleaban por tu cuello las ventanas de la casa,
querían posaras aunque sea breve,
para que el reflejo de las fuentes sintiera celos.
Tus cabellos no tuvieron suficiente
con cubrir denso tu cabeza,
algunos, los rebeldes
descansan en la sima de tu cuello,
los dejas, como si no sabes,
y sueñan con rizos interminables
teñidos por la serenidad
de los besos en la mano.
No me acuerdo de más,
tus silencios se fueron callando,
antes, esta distancia
me dictaba los recuerdos tan precisos,
y alguno que otro secreto fugitivo
que fue verdad o que creímos cierto.
Algunos espejos lo siguen reflejando,
lo volvieron fantasma por la fuerza,
tu altísimo cuello, como alcanzando mi boca,
como queriendo lo convierta eterno.
Jorge Santana
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