La Precisión Del Miedo VIII
No te preocupes por mi memoria,
por la terrible muerte del olvido,
pues mira
mis yemas al tocarte
inauguraron tu recuerdo en mi pupila,
mi nariz al respirarte
corto el listón que abría sus pulmones,
mi paladar inauguro su propósito
el día en que le presentaste tus gustos alimenticios,
esa cita a ciegas nuestros estómagos.
Mis oídos escriben tus ideas,
tus impulsividades soñadoras,
cada paso que das se escribe
el que no das se escribe varias veces como planas de la primaria,
mis oídos escriben el lenguaje que inventamos
poniendo de color moradito las palabras que tu agregaste,
cuando te pones a cantar mi oído sin muchas ganas
te graba en .mp3,
y cuando callas,
escribe con pluma fuente de angelito haciendo pipi
las notas de tu silencio,
la opera dramática sin gordas simpáticas de tu silencio.
el oído después, manda todo lo escrito
a la matriz del seso 24,
donde nace la memoria..
y por consecuencia inevitable,
este amor.
Jorge Santana
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