sábado, octubre 25, 2008

Vagón

La luna se deshace en nuestro abrazo,
sólo queda un vagón de plata
que nos lleva lejos de la tristeza.

Vamos donde toman su color las moras,
y las estaciones del año van juntas
a celebrar el domingo.

Donde la vida se atrapa fácil como a una mariposa
y las mariposas simplemente no se atrapan.

Donde tu caricia crece imparable
como una enredadera presumida.
Tus ojos son grandes candiles
que aluzan mis cuartos interiores.

Donde las conchas no son ecos del océano,
son algo que grita su propio lenguaje,
que de entenderlo, seria tierno como una oveja
o como las barbas de una cabra.

La gente se enamora con un gesto amable,
le llaman amor a todas las acciones.

Donde juegan las fuentes con el cielo
y la hierba mala se cambió de apellido
para poder jugar con el pasto.

Nosotros cuando nos acoplemos
haremos una casa en medio del jardín,
y dentro de la casa en medio habrá un jardín.

Se que llegaremos entonces a un acuerdo
donde nos rasquemos por igual la espalda.

El vagón va de ida,

no regresa.

Jorge Santana

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te encuentro muy interesante, espero algún día sea proporcional.

"Hoy no eres otra cosa que mi voz
cuando revive tus palabras de hierro."

Anónimo dijo...

Precioso escrito Jorge, me ha encantado. Su ser reflexivo, el juego de metáforas.

Hermosa sorpresa encontrarte en mi correo.

Besos gitanos