domingo, septiembre 04, 2005

Necia



Necia

Mutados están tus labios cuando te agrias,
Como aire con miedo de volar por la noche,
Sólo silbas quedamente, viento leve que sopla
En vez de ráfaga brisa de pausado toque.

Lunares que bosquejan la constelación perfecta,
Estrellas obscuras propagadas con encanto,
Brújula no tengo, sólo tus negros astros,
Me he de guiar con ellos por tu piel de sirena.

Cuando te enfadas, tus ojos quedos se cierran,
No ambicionando ver la respuesta a tu enojo,
Es tu mirar enigma como luna quebrada,
Las nubes le quiebran y regresa de hinojos.

No silencies tu llanto ni tu risa se vaya,
Por un cólera simple de trivial consecuencia;
Habla, es mejor tu boca, esa es mi creencia
Grita, hembra necia, ningún enojo te acalla.

Jorge Santana.

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