viernes, enero 06, 2012

Toronja

Corrí detrás de ti
como si todavía fueras la princesa guardada en su castillo
que habita las historias que nunca me contaron de pequeño,
olvidando habías estado secretando tu angustia cotidiana
sentada sobre mi pecho pegada tu desnudez a los pocos vellitos
a los mínimos vellitos que fueron única herencia de un padre loco
tu trasero desnudo en mi pecho era la máxima fantasía
que se me ocurrió cuando vi a una mujer en piyama
comprando una triste cena simple en el supermercado,
toda redonda y repleta sentada en mi pecho y yo olvidando
en tu platica el por qué no se te había hecho raro
que te pidiera te sentaras sobre mi,
me platicabas de tus problemas nocturnos de acidez
del libro que no te gustó del déjà vu en tu baño
todo era light a pesar del momento
divagaste entonces sobre tus sueños y tuve que detenerte porque
ya te habías vuelto esa parada irresistible en el oxxo antes del viaje,
ligera como apenas unas cuantas toronjas maduras tu trasero
al levantarte dejó una huella con forma de corazón
corrí por la pluma y la delineé era mejor que tener tu teléfono escrito
en la palma de mi mano.

Jorge Santana

No hay comentarios.: