sábado, diciembre 17, 2011

Hombros

Pasé la noche con mi mano en tu pierna
anclado, con temor de soltarme
no quería ni voltear del otro lado
porque sé había un vació
y te miré fijamente mientras dormías
no quería apretarte pero estaba firme
con el leve temblor de un presentimiento
con la 1, las 2, las 5 de la madrugada
y mirarte también era un anclaje
hablarte con la mente se volvió el sonido
sé que del otro lado había un precipicio
con paredes forradas de tu última carta
la mano me temblaba más fuerte
temía te movieras y soltarme
no poder ya alcanzar de nuevo
esos 5 centímetros imposibles
pero pude tranquilizarme y creo dormí
cuando pegué mi mejilla
a la promesa de tus hombros.

Jorge Santana

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