Estás Desnuda En Mis Manos

Estás Desnuda En Mis Manos

Estás desnuda en mis manos,
estoy como sosteniendo el pan que siempre es bueno,
o las plantas que pienso sembrar
en el balcón de mis ideas.

Estas desnuda en mis manos
con tus secretos que me tienen más confianza
y caen poco a poco en mi piel como un reloj de arena,
interminable arena de cristales nacidos del vidrio de tus ojos.

Están desnudos tus pechos alegres
y tus piernas serias,
están desnudas tus uñas mal pintadas
con los colores que olvidaron las lumbreras.

Están desnudos tus labios
sin ese rojo que los representa,
y aprovecha su desnudes tu cuello
para lavar su vestuario de acelgas.

Están tus brazos desnudos,
ni siquiera llevan cremas,
y la punta de tus dedos
se desnuda de su yema.

En tu vientre puedo ver la canción de tus pulmones,
también se desnudó tu aliento
al darle envidia mi mano.

La terneza de tus muslos
regaña a mis brazos duros,
y el pensamiento descansa
en la hamaca de pólvora
colgada de tus pechos.

El lóbulo de tu oreja está desnudo
sin las alhajas que mienten su peso,
toda tu piel es de oreja
en este sensato silencio.

En este momento eterno
aunque se acabe el momento,
donde te tengo en mis manos
y platicas tus misterios.

Jorge Santana.