sábado, octubre 30, 2010

XXI

A veces recuerdo que soy joven,
de nuevo soy sarcástico, un cretino placentero,
de nuevo mi carisma va como un petardo
y pareciera todo se perdona.

Resisto una jornada inmerecida
sin quejarme de mi intrincada espalda,
y puedo correr tras el amor
como si las calles fueran sólidas,
puedo razonar que no tengo alas
sin que me cause una burlona depresión.

Mi lenguaje de nuevo convulsiona dramático
cuando se le habla de gramática y simpleza.
Si el sol me quema no me entero hasta ducharme,
las noches sin luna no me causan aprietos
y con tu tacto se asusta mi pasado
que corre a arrinconarse lejos de mi oído.

Recuerdo se jala el gatillo de tu boca
sin llenar formularios con pretextos complicosos,
que los problemas llegan con instructivos coloreados en su frente,
recuerdo sé sobrevivir la noche clandestina de tu beso,
que mis ojos son de neón rojo
como la puerta de un bar inesperado y oportuno,
recuerdo que mi voz es una bestia
que relincha claustrofóbica en pláticas absurdas,
y todo problema de salud se resuelve
en la minúscula farmacia de la tiendita en la esquina.

De madrugada defiendo caminar en círculos frente a tu casa,
guiarme hacia el norte
con las estrelluelas chuecas que encajas en tu pelo,
recuerdo me agrada el paraíso de la duda,
reventar mis expectativas en el parpadeo de la tarde.
Recuerdo a veces que soy joven
y que la vida se improvisa en un puesto de tacos.

Jorge Santana

No hay comentarios.: