Apenas va naciendo
como una banderilla blanca
que prematura busca paz,
como un zarpazo diminuto de vida,
sin adornos que opaquen
su diseño de sorpresa sigilosa.
Lenta crece
como un espía que busca
la llama de mi risa,
sin conocer el tiempo,
sin saber que todo acaba
y que empezar es tan sólo fantasía.
Crece buscando la luz
como si la noche no existiera,
como si el suelo siempre fuera fértil
y lucha sin saber de la derrota,
sin conocer las puertas cerradas
con todas sus llaves perdidas.
Parece que te caes estando atada al suelo,
pequeñísimo buffet de titubeos,
eres culpable del amarillo
y de algunas manchas azules
se ponen gruesos lentes las nubes para verte,
entonces llueve como una lágrima de parto,
eres casi improbable como un chisme,
especulan sobre ti las mariposas.
Infantil, tenue, pero al verla
ya me topo con las altísimas paredes
que sólo forma la nostalgia.
Jorge Santana
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