sábado, abril 29, 2006

Comicidad



Comicidad

Sentires vacíos te atrapan mi pensamiento
Cuando el regodeo y la compañía invaden,
Pues cuando amparado camino por los lares
Empiezo a evocarte, soledad que odio y venero.

Soledad que al no llamarte, repentina te floreces,
Y cuando te aborrezco me obligas tu cortejo,
Dilema no es quererte, dilema el olvidarte,
Esas noches sin amante donde solo fue tu beso.

Maldita no eres soledad, maldito es el emblema
Que te ponen los que penan cuando cercas te poseen,
Espantándose al solos verse entre propio abismo,
Precipicio que no saben, desconfió saber pretenden.

Tachándote de la injusta, soledad me compadezco,
No de ti, del hombre terco que no entiende de derives,
Pues solamente en materia encamina intenciones
Olvidando corazón en otra entraña ve sosiego.

Requiero de soledades para no acertar foráneo
Al yo mismo que abandono por vivir entre mortal,
Ese yo de carne eterna que se alberga en lo caduco,
Que al final ira con prisa a los pozos o a los astros.

Sonrisa larga y robusta ven a interferir mis silencios
Mas nunca me apartes lo que tan mió creo,
La dulce soledad que a tantos les amarga
Mas a mi ya no me enfada, ni sus aires detesto
Pues he comprendido su comicidad tan rara
Que me hace ser el solo
Así yo mismo me acoja,
Fraguando una risa loca
Mientras le odio y le venero.

Jorge Santana.

Pintura por Desconocido, Sor Juana Inez de la Cruz

Yo-Yo Ma & Bobby McFerrin, Vivaldi Andante



11 comentarios:

Misionero dijo...

Mi querido y estimado amigo Jorge, un placer saludarte... y ¡Qué viva la revolución!! Soledad no ha de enfadarse por esta arenga, tampoco el general Santana... jeje

Ando de pasada mi amigo, pues estoy de viaje, gracias por tus comentarios y la buena vibra que me transmites. Aqui te dejo un trozo de algo que escribí relacionado con nuestra común amiga Soledad...

Ella es tan arisca, tan tenue
tan vaporosa, que a la menor interrupción
podría perderla
ella es mi compañía, mi inspiración,
mi dulzor, la frágil realidad de ayer
y de hoy.

Y es tan desaforada,
tan avasalladora, tan colosal
tan mía
que si alguien me apartara
de ella
me quedaría totalmente
íngrimo.


Abrazos de misionero

Damián Shúah dijo...

Amigo sr. Santana, que bueno que ha sabido conquistar a su musa y la ha convencido de vivir en su corazón. Soledad o Juana... sólo se que cuando estoy solo es cuando mejor trepo por los acantilados y me deslizo entre los fiordos, así regreso al oráculo de lo invisible y, otra vez lloro viejas rutinas.

Saludos del indio

Anónimo dijo...

Hello mi querido Poeta.. debo decir que hermoso homenaje a nuestra amiga " la soledad",en mi caso, siempre he pensado que no estoy yan solo, porque la tengo a ella..por eso me encanto " dulce soledad que a tantos les amarga
Mas a mi ya no me enfada, ni sus aires detesto
Pues he comprendido su comicidad tan rara
Que me hace ser el solo
Así yo mismo me acoja,
Fraguando una risa loca
Mientras le odio y le venero."
Hermoso Jorge. hermoso..
pd. Es decir que ya regreso tu musa de musalandia..!! super... lo que me dejo pensativa era lode sor Juana Ines.. es decir ella es la musa que estaba en musalandia..???

Besos hombre, linda poesia.. y un cordial abrazo gordo desde aca para alla...

vylia dijo...

Así que, ¿también tú eres su amigo?

Un abrazo Jorge.

fgiucich dijo...

Soledad que se filtra en el cortejo y que la veneras para no perderla. Abrazos.

Die Walküre dijo...

Soledad que fina se entreteje y alberga entre lo que sentimos y vivimos, que silenciosa aguarda y espera...algo tiene que maravilla,exalta...
Me encanta volver a tu blog y maravillarme gratamente con la sustancia y el sabor de tus palabras...
Cuidate mucho
Auf Wiedersehen!

Crisalida3 dijo...

Es cierto ,la soledad es nuestra compañera,aquélla que siempre nos cobija y cuando aprendemos a amarla todo se ve distinto,incluso la buscamos y disfrutamos...
Un abrazo

Jorge Santana dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
El Bosco dijo...

La soledad es un roce de las tinieblas.La necesitamos para ser nosotros mismos y pensar pero cuando se alarga se convierte en un monstruo negro que nos devora.
Yo también, Jorge, la he sentido de esas dos formas y por eso, igualmente, la odio y la venero.
Precioso poema y cuánto da que pensar.
Un abrazo

Rafael dijo...

Gracias por la explicación, Jorge, la verdad es que en una primera lectura no lo habia entendido del todo.Y quizas, a pesar de tu comentario, no lo tenga del todo claro...en fin, es que soy un poco zopenco...jajaja¡
En cuanto a los hombres que les temen a sus propios abismos, diria yo que haberlos, haylos, como decimos aqui. Yo he elegido la vida en soledad y...puff...que razon tienes, como la odio y la venero...
Un abrazo, Jorge¡

Anónimo dijo...

hello..
cierto muchas veces extrañamos es a la soledad...!!!
besitos..